top of page
Se estima que de las 87,000 mujeres que fueron asesinadas globalmente en el 2017, más de la mitad (50,000-58%) fueron matadas por sus parejas o miembros familiares. Lo que quiere decir que 137 mujeres alrededor del mundo son asesinadas a diario por un miembro de su familia.
​

​

​

​

Casi tres de cada cuatro mujeres y niñas víctimas de trata lo son con fines de explotación sexual. Además, las mujeres adultas representan el 51% de las víctimas de trata de seres humanos detectadas a nivel mundial.
​
​

​

​

Como mínimo, 200 millones de mujeres y niñas que viven actualmente han sufrido la mutilación genital femenina en los 30 países en los que existen datos representativos sobre prevalencia. En gran parte de estos países, la mayoría de las niñas fueron mutiladas antes de cumplir los cinco años.
​
​
​
​
En el mundo, alrededor de 15 millones de niñas y jóvenes de entre 15 y 19 años son obligadas a cometer actos sexuales contra su voluntad, de acuerdo con un informe de la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
​
​
​
​
Se calcula que hoy hay en el mundo 650 millones de mujeres y niñas que se casaron antes de cumplir los 18 años. Además, el matrimonio infantil suele dar lugar a embarazos precoces y al aislamiento social, interrumpe la escolarización, limita las oportunidades de las niñas y aumenta su riesgo de sufrir violencia doméstica.
​
​
​
​
Los datos de mujeres participantes en intervenciones de prevención en seis países de ingresos bajos y medianos de Asia y África han demostrado que las mujeres con discapacidades tienen entre dos y cuatro veces más riesgo de ser víctimas de violencia por parte de sus compañeros sentimentales que en el caso de aquellas sin discapacidades.

En el  año 2012, Colombia fue testigo del feminicidio de Rosa Elvira Cely, un crimen que movilizó a toda la sociedad y puso de manifiesto los asesinatos de mujeres en el país. 

​

Tres años despues, el 5 de julio de  2015 en el gobierno de Juan Manuel Santos se implementó la ley que tuvo por nombre “Ley Rosa Elvira Cely”, la cual reconoció el feminicidio como un delito autónomo, con el fin de garantizar la investigación y sanción de las violencias contra las mujeres por motivos de género y discriminación.

​

Fue así entonces cuando en Colombia se empezó a hablar de femincidios definiendolo como el asesinato de una mujer por su condición de mujer o por motivos de su identidad de género, este tipo penal es agravado cuando sea cometido por un servidor público, la víctima sea menor de 18 años o mayor de 60, sea cometido por varias personas, le anteceda una agresión sexual o sea perpetrado por la pareja o expareja de la víctima. A partir de entonces, se ha buscado hacerle frente  a estos asesinatos cada que se presentan en cualquier parte del país.

​

Tras la implementación de la cuarentena como medida de prevención  a raíz de la pandemia generada por el covid-19, el número de violencia de género aumentó de una manera desmedida, tanto así que, se puede decir que durante el encierro miles de mujeres estuvieron viviendo con sus agresores y este, fue el impulso para que los victimarios hicieran de las suyas con las mujeres colombianas. 

​

Según el observatorio de feminicidios en Colombia en lo que respecta al año 2020 van entre enero y octubre 508 casos de feminicidios dentro del territorio nacional, cifra que parece alarmarnos solo a unos cuantos, pues la justicia según los familiares de las víctimas tarda en llegar para los agresores o simplemente nunca llega, ya que, muchas habían denunciado antes, pero las medidas y respuestas que recibieron por parte de las autoridades nunca suficiente. 

​

La mayoría de los victimarios suelen tener o tenían una relación sentimental con la víctima. De acuerdo con “No Es Hora De Callar”, el 38% de los agresores eran esposos o novios de la mujer que asesinaron; y el 22% eran su ex pareja. Esto evidencia que un feminicidio suele ser el fin de un ciclo de agresiones que las mujeres afrontan antes de morir en manos de sus parejas.

​

A pesar de que la violencia de género no es una problemática que radique sólo en unas partes de Colombia y el mundo, si se ha evidenciado que ciertas ciudades del país cuentan con más casos de feminicidios y violencia contra la mujer que otras, por ejemplo, tenemos el caso de Medellín, Cali y Bogotá, siendo estas unas de las principales ciudades y en las cuales se han llevado a cabo procesos para erradicar la violencia de género; parece ser que ahí el maltrato hacia la mujer todavía no cesa. 

CAPÍTULO 1: VIOLENCIA EN LAS PRINCIPALES CIUDADES DE COLOMBIA

Medellín, Antioquia Colombia:

​

Antioquia encabeza la lista de más casos en todo el territorio colombiano. De acuerdo con la alcaldía de Medellín en lo que va del presente año han sido asesinadas 27 mujeres en esta ciudad, de las cuales 17 son feminicidios. Cualquier mujer puede estar expuesta a convivir con su agresor, muchas de ellas no se atreven a denunciarlo ya que, por lo general están siendo amenazadas y obligadas a guardar silencio por muchos factores, sin embargo, estas vidas son silenciadas de la peor manera posible. 

 

Sin embargo, en el caso de esta ciudad, se cuenta con varios espacios donde se garantiza, se protege y se vela porque se cumplan los derechos de las mujeres y se les permita vivir sin miedo y sin necesidad de callar. 

​

Entre esas casas está: Casa de la Mujer, Mujeres que crean, red feminista antimilitarista y movimientos como Estamos Listas.


Bogotá, Cundinamarca, Colombia:

​

De acuerdo con datos de la Fiscalía General de la Nación, este año se han registrado en la ciudad de Bogotá más de siete casos de feminicidios, mientras la Secretaría de la Mujer señaló que en los últimos tres meses (es decir en medio de la cuarentena), esa entidad ha recibido más de 15 mil llamadas telefónicas por casos de violencia de género. Cabe mencionar que el 48% de estas llamadas estuvieron relacionadas con violencia psicológica y el 25% por violencia física. 


Mujeres y niñas fueron asesinadas en nombre del amor, porque ese es el argumento que esgrimieron sus victimarios cuando fueron capturados o a través de cartas y mensajes, desde la clandestinidad.

​

Cali, Valle del Cauca, Colombia:

​

En Cali, los feminicidios aumentaron en un 100 % entre el primero de enero y el 22 de octubre de 2020 con respecto al mismo periodo de 2019.


Esta es la ciudad del país que más feminicidios ha reportado durante 2020, y eso que se calcula que más de una decena de casos no han sido reportados, la criminalidad urbana se conjuga con estos delitos y muestra un mapa desolador en el que también la mayoría de estos hechos son cometidos por las mismas parejas de las víctimas.

​

Las autoridades de la ciudad, a pesar de que no cuantifican de forma exacta los llamados de emergencia a las líneas púrpura o 123, aseguran que la mayoría de denuncias por este tipo de delitos provienen de la comuna 21 de Cali, donde se ubican barrios como Ciudad Talanga, Proyectos Comunitarios, Coopopulares, Santa Ana, Las Dalias, Ciudadela del Río y Suerte 90.

​

​

Hablar de feminicidios es importante para visibilizar las razones de fondo por las que suceden, es importante expresarnos para poder visibilizar esta problemática que lleva años en estudio, y a la que a diario tenemos que enfrentarnos como mujeres. Observar las cifras, las noticias, escuchar cada historia, nos hace vivir con miedo, desconfianza y siempre en estado de alarma. 


Es por eso, que los testimonios se hacen tan necesarios para exigir justicia por las que hacen falta y protección por las que quedan. 

 

​
 

CAPÍTULO 2: TESTIMONIOS

Capítulo 1
Introducción
Capítulo 2
Fotos tomadas de: Pinterest, Las 2Orillas, Formato Siete, Contagio Radio, IPS Noticias, 
WhatsApp Image 2020-11-24 at 10.09.04 PM

Claudia Patricia Arias tenía 29 años y era madre de dos niñas y un niño. El 19 de septiembre de 2020, mientras estaba en su hogar en el barrio Santa Ana, en Támesis (Antioquia), Victor Arismendi, su pareja sentimental, la atacó con un arma cortopunzante. Por las heridas que recibió tuvo que ser llevada al hospital de San Juan de Dios, en donde falleció.

​

Foto tomada de: Canal 1

Lisbeth Katiuska Araque Maldonado, oriunda de Táchira (Venezuela), desapareció el 18 de agosto de 2020. Salió de su casa con su hija, de apenas un año hacía su trabajo en el barrio El Porvenir, al noroccidente de Bogotá. Lo último que se supo de ella es que se encontró con Rubén Darío Guzmán García, su jefe. Tres semanas después, el pasado 8 de septiembre, las autoridades encontraron su cuerpo, con signos de violencia física y sexual, en una alcantarilla; Guzmán García está siendo investigado por su desaparición.

a12-LISBETH.jpg
Foto tomada de: Diario La Nación
angela-del-pilar-ferro_edited.jpg
Foto tomada de: SomosFan

Ángela del Pilar Ferro Gaitán, de 30 años,  fue víctima de un ataque descomunal por parte de su pareja sentimental, Miguel Camilo Parra. El ataque fue perpetuado en su propio hogar, un apartamento ubicado en el barrio El Redil de la localidad de Usaquén, en Bogotá. En un ataque de celos, Parra atacó a su pareja en el cuerpo, el rostro y la cabeza con un hacha. Fue su hijo, de 12 años, quien llamó pidiendo auxilio y completamente horrorizado. Después de que casi la asesinaran, las autoridades confirmaron que el hombre huyó mientras Ángela agonizaba. Ahora, ella se encuentra hospitalizada en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)  de  la clínica Cardio Infantil luchando por su vida. 

​

Anyeli Alejandra Úsuga Rúa, de 14 años de edad, le tocó sufrir dos duros golpes en pocos días. Primero, la menor de Segovia (nordeste de Antioquia) fue víctima de un atroz feminicidio y luego, un día después de haber sido sepultada, su cuerpo fue profanado y encontrado desnudo en uno de los corredores del cementerio. 

​

Nina_onglM4C.jpg
Foto tomada de: Noticias Caracol

Cientos de testimonios salen a la luz y quedan registrados diariamente con el propósito de contar las historias de aquellas que ya no están para así poder salvar a las que quedan

​

Debemos tomar mecanismos serios y expeditos de protección y alertas tempranas para así no limitarnos a celebrar drásticas sentencias, en lugar de celebrar la total y oportuna protección de la integridad y la vida de las mujeres.

 

Desde el Gobierno Nacional se han ejecutado las rutas de atención integral para víctimas de violencias de género, las cuales, se entienden como el conjunto de acciones articuladas que responden a los mandatos normativos para garantizar la protección de las víctimas, su recuperación y la restitución de los derechos.

Capítulo 3

CAPÍTULO 3: LEYES Y LÍNEAS DE ATENCIÓN QUE ACOGEN LA SEGURIDAD DE LAS MUJERES EN COLOMBIA

Protección de la mujer en Colombia: 

​

En el 2008 fue promulgada la Ley 1257 que busca sensibilizar, prevenir y sancionar las acciones de maltrato y discriminación de la mujer. En el objeto de esta ley hay un apartado que busca promover la sensibilización ciudadana de protección a la mujer, por lo cual queremos hoy explicar estas acciones para que con ello tengan una idea más clara de cómo defender sus derechos.

​

Este tipo de actos se tiene que evitar a toda costa, por tal razón, se hace necesario que todas las mujeres incluso en los rincones más recónditos del país conozcan cuáles son las medidas de protección y seguridad más acertadas, además de las líneas de atención que existen para hacerle frente a la violencia y los maltratos tanto físicos, psicológicos, y emocionales. 

​

- Línea Nacional: 155

​

- Policía Nacional: 123

​

- Línea Fiscalía General de la Nación: 122, para presentación de denuncias de violencia intrafamiliar, violencias basadas en género y violencia sexual.

​

- Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, línea Gratuita Nacional: 018000918080.

​

- Línea de Protección a Niños Niñas y Adolescentes: 141.

WhatsApp: 3202391685 - 3208655450 - 3202391320

​

- Línea Púrpura en Bogotá: 018000112137, número gratuito desde teléfono fijo o celular. Whatsapp 3007551846

​

Pide ayuda antes de que sea demasiado tarde. ¡Te queremos viva!

​

Capítulo 4

CAPÍTULO 4: ¿QUÉ FUNCIÓN CUMPLEN LOS COLECTIVOS FEMINISTAS DENTRO DE ESTA PROBLEMÁTICA?

El 2018 trajo consigo la incorporación a la RAE el término “sororidad”, una de las palabras más esperadas por el movimiento de las mujeres. Bajo la definición de “agrupación que se forma por la amistad y reciprocidad entre mujeres que comparten el mismo ideal y trabajan por alcanzar un mismo objetivo”. 

 

Distintos colectivos feministas alrededor del país se han mostrado comprometidos con la lucha para eliminar la violencia contra la mujer, la función de estos está basada en exigirle al gobierno respuestas y garantías para todas, además,  de hacer un llamado a la sociedad colombiana a través de diferentes estrategias, tales como, las movilizaciones, cantos, pancartas, publicaciones en redes sociales alusivas a los feminicidios, voces líderes que le hagan frente a la indiferencia de la justicia y el acompañamiento y apoyo a todas las mujeres, incluso, a aquellas que no han sido víctimas de violencia.

 

Ahora bien, el actual siglo o “cuarta ola del feminismo”, está fuertemente influenciado por las redes sociales, ofreciendo a los movimientos en general, un acercamiento y acogida por parte de los ciudadanos, lo que ha permitido grandes hazañas por medio de las influencias y convocatorias realizadas por aquellas plataformas. Estas han logrado entre otras cosas,  convocar a miles de mujeres alrededor del mundo para protestar y luchar por sus derechos, también por medio de la difusión masiva de fotos en donde sale el rostro de los agresores se han podido capturar aquellos que se habían saltado a la justicia, con la creación de “hashtags” se ha logrado hacer visibles millones de casos, los cuales han servido para que la sociedad reconozca el feminicidio como lo que es, un grave delito. 

​

Incluso, en las redes sociales, diversas mujeres y hombres han optado por crear canales que buscan transmitir los ideales y principios del feminismo, no sólo a personas interesadas por el tema, sino también a aquellas que no contaban con el conocimiento sobre el movimiento, igualmente estos influencers promueven espacios de discusión cómo paneles y foros presenciales o virtuales donde se discuten temas relacionados con derechos, sexualidad, igualdad de género, entre otros. 

​

Actualmente en nuestro país existen diferentes talleres formativos y programas de sensibilización  sobre violencia de género para todas aquellas mujeres que se sientan en estado de amenaza o peligro por los comportamientos y actitudes de su compañero sentimental o expareja.  En este tipo de espacios, se desarrollan actividades dirigidas a la atención directa y asesoramiento a las mujeres, tanto de tipo individual como grupal. Asimismo, se conocen sus necesidades e inquietudes para erradicar el sentimiento de inseguridad, sensación de inferioridad y la baja autoestima y así motivarlas a que no se queden calladas ante cualquier tipo de abuso. 

bottom of page